Dégustation privée
Selección bodega Maison des Millésimes Paris
El vestido es de un rojo intenso con reflejos rubí.
La nariz es compleja y rica. Presenta notas de frutos rojos maduros, como cereza negra y grosella negra, acompañadas de sutiles toques de cedro y tabaco. Aromas ligeramente especiados (pimienta negra) y notas amaderadas (roble tostado, vainilla) se combinan armoniosamente con notas más profundas de cuero y sotobosque.
En boca, el ataque es suave y redondo, con una encantadora presencia frutal de grosella negra y mora. La textura es sedosa y el vino revela rápidamente una estructura tánica que todavía está muy presente y ofrece una hermosa amplitud.
Bien equilibrado, la acidez aporta frescura y elegancia al vino, y los aromas de frutos negros se mezclan con notas de grafito y cacao, típicas del terroir de Pauillac. La complejidad está marcada por toques ligeramente amaderados y especiados muy armoniosos.
El final es largo y persistente, marcado por la potencia de los taninos y una encantadora sensación de frescor. Los aromas de fruta madura y sotobosque persisten, dejando una impresión de profundidad y finura.
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La historia del Château Lafite Rothschild se remonta al siglo XVII, cuando Jacques de Ségur estructuró el viñedo existente. Su hijo Alexandre, al casarse con la heredera del Château Latour en 1695, contribuyó a ampliar la propiedad. Su hijo, Nicolas-Alexandre de Ségur, propulsó el Lafite al rango de vino prestigioso en el siglo XVIII: entonces era muy apreciado en Versalles y en Inglaterra, volviéndose famoso como el "vino de reyes".
Después de su muerte, Lafite cambió de manos varias veces, especialmente después de la Revolución, pero su calidad se mantuvo constante gracias al cuidado de sus dedicados directivos. En 1855, Lafite fue clasificado como Premier Grand Cru Classé.
En 1868 la finca fue adquirida por el barón James de Rothschild. Desde entonces, ha permanecido en la familia Rothschild. La finca debe su excepcional calidad a un terruño único.
Después de un período más difícil en los años 1960 y 1970, la zona recuperó su excelencia. En 2018, Saskia de Rothschild, sexta generación, asumió la gestión de la finca. Comprometida con un enfoque sostenible y fiel a la herencia familiar, se esfuerza por preservar el terruño innovando: lanza Anseillan, una nueva añada, la primera desde el siglo XIX.